SOMOS UN PAÍS CON CASI NULA CULTURA POLÍTICA



En primer plano, este es un país con casi nula cultura política. Donde hay cultura, hay interés en informarse sobre política. Esto no es coyuntural, es estructural, relacionado a la educación. En segundo plano, la política no está para desatar pasiones, está desprestigiada; también los políticos. Los líderes de la política peruana aparecen involucrados en el caso Lava Jato. Y esta sensación también está en las regiones. La corrupción es el pan de cada día. Hay una política tan desprestigiada. Esto se expresa en un desinterés total en las elecciones. Ahora vemos una reelección o sucesión parental, conyugal. Alguien del entorno familiar, de confianza para continuar la labor. Genera sospecha de corrupción, de que al buscar a un pariente cercano se busca retener el poder tras el trono y luego se ponga a un títere como candidato. Le va a deber el cargo. Después, hay una manera de subordinación. Se verá como un mecanismo para sacarle la vuelta a la norma. En la sospecha de corrupción sobre los alcaldes, me sorprende que no haya llegado al 100%. Hay desconfianza en el corrupto que no hace obra.

FUENTE: La República